Bendecido día Viernes...

Escrito el 25/06/2021
Pedro Díaz Burgos


Dios es predecible como impredecible. ¿Qué significa esto? Que es predecible en cuanto a su fidelidad de suplir nuestras necesidades. En cuanto a esto es predecible. Pero lo que no podemos predecir es ¿Cómo lo va a hacer? Porque Dios usa diferentes formas y a veces sobrenaturales para suplir nuestras necesidades. Dios podría aumentarle el salario, darle un regalo, ahorrarse un dinero en las compras, etc. Pero, sin importar lo que Dios use, Él siempre proveerá. 1 Timoteo 6: 8 NTV: “Así que, si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos.” Muchas familias pierden la paz y el gozo por la zozobra de cómo van a suplir sus necesidades. Pero el Señor nos da seguridad. Así que podemos vivir tranquilos y contentos si confiamos en su promesa de provisión. Para aprender contentamiento tenemos que entender la diferencia que hay entre: una necesidad y un deseo. Una necesidad, es todo aquello que satisface lo más básico en la vida: comida, vestido y techo. Un deseo, es todo lo que excede a nuestra necesidad: Una comida en un restaurante fino, un auto nuevo, la última ropa de moda. La parte de Dios es que Él se ha comprometido a proveer para nuestras necesidades. Pero no prometió proveer para nuestros deseos y Él quiere que estemos contentos cuando nuestras necesidades estén cubiertas. Sin embargo, el Señor también puede proveer para nuestro deseos, solo hay un requisito para hacerlo y es que nos deleitemos en su presencia. Salmo 37: 4 DHH: “Ama al Señor con ternura, y Él cumplirá tus deseos más profundos.” Dios no solo quiero suplir tus necesidades, Él quiere cumplir tus deseos. Así que confía, Dios proveerá. Para reflexionar: Aunque estés en medio de un problema económico difícil, puedes tener contentamiento porque el Señor ha prometido alimentarte y vestirte